Vicente Toledo Rohena
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San Francisco-Aunque nunca ha vivido en la isla del encanto, se siente boricua. Una herencia rumbera que sin duda marca con su etiqueta cuando replica la tumbadora u otro instrumento de percusión. Nació en San Francisco, pero tiene una herencia de bisabuelos y abuelos que se enlaza entre Puerto Rico y Hawaii. A la hora de la rumba y poner sus manos sobre el cuero, desata toda la pasión de un ‘boricua en la luna’.
“Yo nunca viví en Puerto Rico. Pero esa identidad boricua la obtuve a través de la cultura, música y comida”, explicó Santos.
“Con el primer grupo que toqué, fue con el esposo de mi abuela; un boricua de Santurce llamado Julio Rivera (lo llamaba abuelo). Empecé a tocar como a los 11 o 12 años; con la orquesta de él. Tocábamos un repertorio que era mitad cubana y mitad boricua. Tocamos música jíbara, boleros, mambo, son y chachachá y otras cosas de Cuba. Y cuando tocamos bomba o plena no lo hicimos con panderetas ni barriles, lo hicimos tipo Cortijo (Rafael), con tumbadora y bongó… el barril y las panderetas llegaron después”, recordó el percusionista.
“Yo nací y me crie en San Francisco, pero tengo ese sentimiento boricua. La música es mi vida y he tocado mucha música de Puerto Rico, y cubana. Porque Aquí en San francisco donde me crie, había unos maestros cubanos de la percusión como Armando Peraza y Francisco Aguabella, entre otros con quienes aprendí. El tambor me llamó. La tumbadora es mi vida, por eso me fui directo a la rumba y al toque del batá”.
Santos se crio y desarrolló en el ambiente de música bailable y los instrumentos cubanos. Tocando timbal, bongó y la tumbadora.
“He tenido la bendición de trabajar y grabar con muchos grandes de la música como Cachao, Dizzy Gillespie, Tito Puente y hasta grabé con ellos. Con Tito grabé tres discos, en los años en que el ‘rey del timbal’ grababa con Concord Record. Tuve una buena amistad con Tito. Y fui bendecido de grabar con todos ellos”.
En 1984, después de una mala experiencia vivida con una casa disquera, decidió crear su propio sello musical, ‘Machete Records’. Santos como director de su grupo a legado cerca de 20 producciones discográficas. Entre sus discos están ‘Machete’, ‘Brazos abiertos’ y ‘Tribute to the masters’.
“He ido a tocar solo una vez a Puerto Rico, gracias a mi amigo y hermano Giovanni Hidalgo. Fue un proyecto de él, en el Anfiteatro Tito Puente. Conozco a Giovanni desde niño. Hemos tocado y grabado juntos… cuando he ido ha sido para un plenazo con mi amigo Tito Matos. Siempre he tenido el deseo por décadas de tocar en Puerto Rico, pero nunca a parte de eso he tenido la invitación”, comentó con nostalgia Santos.
En la actualidad, enseña en tres universidades San Francisco State University, Calfornia Jazz Conservatory y el Colegio de San Mateo; y para fin de año, espera presentar su próxima producción musical.
El músico se mantiene tocando en diversos festivales de jazz en San Francisco y otros lugares como San José y Monterrey por mencionar algunos. También produce discos a otros músicos como lo hizo para Los Pleneros de la 21. Dijo que en otros tiempos se gozaba con viajar a Europa, Brasil o Centro América, algo que ahora no hace con frecuencia, porque sus giras las prefiere en lugares dentro de la periferia de San Francisco.