| (Foto/Archivo) |
Por: Pastor Eddy Batista
Una de las cosas que yo he entendido, es que Dios no nos pone cargas difíciles de soportar. Cada situación en nuestras vidas llega por alguna razón, o detrás de ella existe algún propósito, tal y como lo dice la palabra de Dios en Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien; esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
Esto debe hacernos entender que los procesos no llegan solamente para destruir o arruinar nuestras vidas. Creo que detrás de todo proceso, hay algo bueno que llegará a nosotros, según la voluntad de Dios. Y me dirijo a ti mujer guerrera, hombre luchador y valiente, pídele a Dios en cada circunstancia que se te presenta que te muestre el motivo del proceso, ya que muchas veces lo vemos de una manera diferente. Sin embargo, Dios lo ve muy distinto; tú lo ves como el fin, pero Dios lo ve como el nuevo comienzo de tu nueva temporada; tú lo ves como un estancamiento, pero Dios lo ve como una preparación que estaba haciendo en tu vida.
Según el significado de la palabra proceso, resaltan cuatro puntos importantes que cuando nos encontramos en ese momento amargo no nos pasa por la mente de que esto produce algo provechoso y beneficioso para nuestras vidas. De estos cuatro puntos está la palabra progreso, lo que significa que el proceso te lleva a un progreso de formación, que en el momento no lo ves, pero al tiempo te das cuenta de que valió la pena atravesar esa situación. La siguiente es la palabra avance, que quiere decir que el proceso produce un progreso de formación que te permite avanzar con madurez. Lo tercero es la palabra marchar, eso significa que a pesar de que tú te veas en medio de ese proceso, tu progreso te ha ido formando con la madurez y el carácter para seguir marchando hacia el propósito o destino que Dios ha señalado para tu vida. La cuarta palabra que aparece en la palabra es adelante hacia un fin determinado. Ningún proceso termina sin ninguna evidencia, sea buena o sea mala. Lo que significa que cuando tu unes estos cuatros principios significativos de la palabra proceso lo que brota como resultado es que el proceso produce en ti un progreso y una auténtica formación; que no te deja estancado y más bien te motiva a avanzar con el carácter y con suficiente madurez para superar todo lo que se te presenta en el camino, y de esa manera podrás llegar al destino que está determinado para tu vida.
Hay momentos que tendrás que decir: Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Salmos 23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
