Por: Redacción Presencia
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SAN JUAN- El nuevo presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), Rubén Piñero, mostró hoy su preocupación ante el Reglamento del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) que según dijo, está dirigido a detallistas con altos volúmenes de negocios y a cadenas de tiendas por departamentos que utilizan los medios de comunicación masiva para anunciarse.
Indicó que el reglamento ni distingue ni exime de su cumplimiento al pequeño comerciante que no posee con los recursos técnicos ni económicos para cumplir con ciertos requerimientos.
“En términos generales, no objetamos las definiciones, pero la Regla 4L, que se refiere a una ‘cuota de re-almacenamiento’ o ‘re-stocking fee’ no es clara. Primeramente, no se define el concepto. Se establece que el comerciante, de tenerla, debe incluirla en su política de devolución, pero sin especificar cómo y cuáles serían las penalidades de no hacerlo. Tampoco se establecen topes o límites a dicha cuota ni su alcance”, expresó Piñero en un comunicado de prensa.
Por otro lado, sostuvo que la Regla 27 requiere que el comerciante deberá “mantener por un año los expedientes que demuestren la veracidad de los anuncios, divulgaciones, expresiones, representaciones o reclamos y las transacciones representativas llevadas a cabo. La información deberá demostrar las cantidades que estaban disponibles por tienda en la venta especial y cuántas fueron vendidas…”.
“Estamos de acuerdo en que se regule y controlen los anuncios de ventas especiales a las grandes cadenas que son las que usualmente utilizan los medios de comunicación en masa, pero expresamos nuestra preocupación sobre el efecto adverso que la propuesta Regla 27 tendría sobre el pequeño comerciante que mantiene sistemas de ventas tradicionales”, agregó el Presidente del CUD.
Se refirió, por ejemplo, a las pequeñas tiendas en los cascos urbanos que recurren a ventas de emergencia cuando las presiones económicas los obligan a mover mercancía para poder cumplir con sus compromisos económicos y optan por colocar un letrero en la vitrina, repartir unas hojas sueltas o anunciarse en el periódico de la comunidad con una venta especial que en ocasiones solo dura un día.
El nuevo líder de los detallistas hizo hincapié en que la Regla 27 requiere que el comercio mantenga un expediente que evidencie el análisis “requerido” para determinar la demanda razonablemente anticipada de acuerdo con las ventas del año anterior.
“Lamentablemente, la realidad económica de muchos comerciantes es que hoy en día sus inventarios apenas se mueven, lo que se evidencia con el alto volumen de quiebras que se registran en la Isla”, dijo.
Expresó que en la volátil economía en que el comerciante se desempeña y con una población que está emigrando fuera de la Isla en un elevado número, es sumamente difícil, si no imposible, determinar demanda de acuerdo con las ventas “del año anterior”. Además, mantener este tipo de datos implica requerimientos de logística, equipo especializado, computadoras, empleados y la capacidad y espacio físico para mantener récords de compras y ventas en archivos que muchos pequeños comerciantes no tienen.
“El propuesto reglamento debe ser atemperado a cubrir y reglamentar las ventas en especial de las grandes cadenas y de comercios con cierto volumen de ventas que así lo justifique; y que a los pequeños comerciantes, según se defina en el reglamento, se les exima del riguroso cumplimento del mismo”, concluyó Piñero.