Vicente Toledo Rohena
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Hablar de música entre algunos sorbos de café y la grata compañía para tertuliar con el saxofonista Jonathan Suazo, fue más que suficiente para anticipar una grata entrevista. Entre el ambiente estudiantil riopiedrense se dio la oportunidad de ponernos al día de lo que pasa en la carrera del joven músico boricua, que hace un poco más de un año se marchó para Boston a estudiar su maestría.
En verano de 2017 concluyó la maestría en Berklee Global Jazz Institute.»
En verano de 2017 concluyó la maestría en Berklee Global Jazz Institute, donde se enriqueció de manera muy particular con profesores como el pianista panameño Danilo Pérez, el bajista John Patitucci, y el baterista Adam Cruz, entre otros excelentes músicos.
“Fue una experiencia bien particular… me fui de Puerto Rico para hacer la maestría en ‘ejecución contemporánea’. Lo particular del ‘Global Jazz Institute’ es que tiene como meta exponerte a distintas maneras en las que puedes interactuar musicalmente. Ya sea con tus compañeros en tarima e inclusive con la sociedad… para que puedas crear impacto social. Usar la música como vehículo para crear cambios”, explicó Suazo.
“Compartí con gente de diversas partes del mundo. Todo eso se vuelve en una experiencia enriquecedora. Te exhorta a buscar de tus raíces… ¿de dónde vienes? Es una herramienta para encontrar inspiración. En mi caso se comenzó a revelar muchas cosas que estaban en mi consciente, pero estaban dormidas. Por ejemplo, mi papá era de la República Dominicana; me crie escuchando merengue, pero también jazz por influencia de él. Pero todo esto tiene una conexión. Si no hubiera sido por mi padre que era un saxofonista y llegó a Puerto Rico, a lo mejor yo no estaría tocando saxofón. Es ahí cuando comienzo a explorar mi conexión con la música dominicana y otras vertientes. Y en esa búsqueda me encontré con la música afro-dominicana”, comentó el joven saxofonista que tiene dos producciones de jazz como solistas; ‘Extracts of a desire’ y ‘Vital’.
Suazo aseguró que se encuentra pasando por un momento de un nuevo nivel de inspiración. Donde se le abren las puertas y oportunidades a nuevas ideas para componer. La creación creativa de hacer música no se detiene, al contrario toma un nuevo respiro y aire que lo lleva por nuevos senderos como músico. No solo se siente su madurez como música, sino que se palpa al plantear las ideas.
“Tengo muchas ideas. En este momento me di cuenta que -tal vez- la música que hago y que compongo no debería ser llamada jazz, sino música contemporánea que se nutre mucho del jazz. Ahora redescubro y absorbo mucho con la música afro-dominicana. Estoy escribiendo mucho allá (en Boston) y estoy trabajando con bastantes presentaciones privadas. He aprendido a ser paciente… hacer las cosas mejor. Para mis proyectos futuros tengo muchas ideas visuales mezcladas con audio… ideas que se apliquen a las necesidades actuales”, terminó diciendo Suazo.
Foto: Sue Vega (@suevega-social media)
