Jayleen Rodríguez
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LUQUILLO- Un matrimonio, residentes de Luquillo, vive en angustia luego de descubrir que su hogar y el del vecino tienen los nombres de los titulares invertidos.
Los residentes, Brenda Reyes y José Medina, del barrio Fortuna, sienten que están viviendo en una película donde cada día se levantan con la incertidumbre de qué pasará con su hogar.
“La situación comenzó en agosto de 2019, cuando una vecina vende su casa y el Centro de Reclamación de Ingresos Municipales (CRIM) vino a investigar sobre los terrenos y nos dijeron que fuésemos a sus oficinas a verificar que todo estuviese en orden y fue allí cuando descubrimos que la casa de mi vecino y la mía estaban invertidas”, narró Brenda Reyes.
Luego de descubrir la situación, la pareja no se alarmó porque pensó que había sido error del CRIM, pero luego de investigar se toparon con que el boceto de las parcelas y las escrituras estaban mal redactadas, ya que decía que la casa de su vecino era la 196 A y la de la pareja la 196, invirtiendo los números de las casas y, por ende, los nombres de los titulares en ambas escrituras.
El temor de la pareja es que le pase algo a nuestro vecino, que es una persona mayor, y nosotros nos quedemos sin nuestra casa que es lo único que le dejarán como herencia a sus hijas, una de 19 años y otra de 5 años.
El matrimonio reside en la casa hace 18 años. “Nosotros compramos la casa a unos herederos y con mucho esfuerzo ya saldamos la hipoteca, sin embargo, la casa de nuestro vecino debe hipoteca y las escrituras están como fianza de un caso legal de uno de los hijos de él. Si llegase a pasar cualquier cosa la casa que van a confiscar va a ser la nuestra, ya que, según los informes del CRIM, la 196 aparece en el mapa de las parcelas como la mía, cuando originalmente, nuestra casa es la 196 A”, mencionó, por su parte, Medina.
Al darse cuenta del problema, fueron a las oficinas del CRIM en Humacao donde le dijeron que tenían que ir a la oficina de Vivienda en Carolina, porque el error venía desde las escrituras de los antiguos dueños. Luego de que fueron a Carolina les enviaron hacia las oficinas de Vivienda en San Juan diciéndole que era allí donde se encargan de estos casos.
“Nos dijeron tienen que ir a la oficina de Vivienda en San Juan en el piso cuatro que son los que se encargan de esas situaciones. Cuando llegamos nos atendió Jackelin Borrero, quien nos indicó de forma hostil que ese caso no les corresponde a ellos, pero que me iba a hacer el favor de sacarle copia a los documentos para enviarlos a la división legal”, contó Reyes.
Luego de esa visita, quedaron en llamarles, pero la pareja no recibió respuestas en más de una semana y volvió a comunicarse con la oficina, pero, esta vez no, les contestaron el teléfono. Tras varios intentos de comunicarse nuevamente con la señora Borrero, “nos dice que le volvamos a decir cuál era nuestro caso”. “En ese momento supimos que nunca habían enviado nuestros documentos a la división legal, lo cual nos despertó alerta. Luego de varias semanas volvimos a comunicarnos y nos dijeron que estábamos molestando mucho y que ellos no pueden trabajar así”, narró el matrimonio.
“Se me está cayendo hasta el pelo de tanto estrés que me ha causado esta situación. No entiendo porque nosotros tenemos que estar rogando por un servicio, cuando que los servidores públicos están para ayudar a los ciudadanos”, exclamó Reyes, con rostro de angustia.
Ya la pareja y el vecino pagaron un estudio de título certificado por un abogado donde se corrobora cuál es la casa de cada uno de los titulares, pero necesitan que se haga una carta de enmienda a la rústica y escrituras de la casa para resolver el error de titulares.