Redacción Presencia
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CAROLINA – El 15 de septiembre de 2016, una tortuga carey adulta de 54 kg, quedó varada en playa Blanca, en Vieques. Su condición era grave al encontrarse mal herida por un ataque de tiburón, que le causó la pérdida de su aleta pectoral derecha; y laceraciones en ambas aletas traseras.
La tortuga carey quedó varada en playa Blanca, en Vieques.»
Equipo de rescates y voluntarios lograron transportarla hasta Fajardo. De ahí, la trasladaron hasta las instalaciones de rehabilitación del Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico en la Universidad Interamericana en Bayamón.
Desde entonces ha estado bajo el cuidado y supervisión de los doctores Antonio Rivera, Ana Cecilia Negrete, Ricardo Fernández, Antonio Mignucci, y de la bióloga marina Carla I. Rivera. Se utilizaron sueros subcutáneos para hidratarla, antibióticos, vendajes de azúcar panela y de agua ozonificada, curetajes diarios en sus heridas, y apoyo voluntario para su alimentación de distintos grupos tortuguero. Se le proveyó una dieta especial de sardinas, camarones, cangrejos y calamares, junto a gelatina de pescado, aceite y vegetales con multivitaminas.
Durante sus primeros meses, desovó en su estanque y los voluntarios y cuidadores con mucho cuidado enterraron los más de 100 huevos puestos, en arena de playa, para ser luego llevados a Punta Salinas en Toa Baja.
El jueves, 20 de abril, Blanca (bautizada así por la playa donde fue rescatada), fue liberada al mar en la Reserva Marina Arrecife de Isla Verde. Se le colocó un radiotransmisor de satélite para monitorear sus movimientos y adaptación, además de colocarle un chip subdermal y una pantalla de aleta para identificarla en un futuro.
Fuente: Tony Mignucci, director Centro Conservación Manatíes y Catedrático Universidad