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Por: Laura Teruel, ACC, CBLC, MBA, CHRP
Coach Ejecutiva y de Vida
Lauraeteruel@gmail.com
¿Sabías que neurológicamente tendemos a procrastinar? Procrastinar es retrasar el momento de comenzar algo. ¿Has pensado como esta acción mental puede afectar tus resoluciones para este nuevo año?
La misión del cerebro es que sobrevivamos, por eso siempre nos está protegiendo: “no hagas eso”, “quédate como y con quién estás”. Para cumplir su misión, el cerebro debe conservar energía. Y es que salir de nuestra “zona conocida”, requiere mucho esfuerzo e inversión de energía, tal y como ocurre cuando te propones a cumplir con tus resoluciones.
Para trabajar con la procrastinación, en vías de alcanzar mejores resultados con tus nuevos proyectos de año, la doctora experta en Inteligencia Emocional, Elsa Punset, sugiere analizar tres componentes personales conocidos como las 3Ps: pasión, pereza y perfección.
La pasión es esa fuerza que te mueve, que te inspira a realizar algo; la pereza te detiene o retrasa y la perfección, no es favorable cuando pensamos que nada es lo suficientemente bueno y por ende, terminamos no haciendo nada.
A partir de estas, te recomiendo hacerte unas preguntas claves para que autorreflexiones y obtengas las mejores herramientas para cumplir lo que te has propuesto:
1. Pasión
a. ¿Para qué quiero lograr esta meta en particular?
b. ¿Qué resultados obtendré una vez comience a manejarla?
c. ¿Qué siento cuando me veo a mí mismo logrando esta meta?
2. Pereza
a. ¿Cómo puedo comenzar? Engaña al cerebro, diciéndote: “son solo 5 minutos lo que necesito para dar un primer paso, solo eso”. Luego, podrás ir aumentando poco a poco hasta maximizar tu potencial.
b. ¿Con qué fortalezas y recursos cuento en este momento para trabajar con la meta?
c. ¿Cuán comprometido estoy con mi plan de trabajo para alcanzar mi meta y cómo mantendré la consistencia sin desistir en el camino? (Método ISAR©)
3. Perfección
a. ¿Cuán flexible soy para dar un nuevo giro a mi plan de acción de ser necesario?
b. ¿Cuán altas son mis expectativas en lo que deseo lograr? ¿Son alcanzables? ¿Dependende mi o de otros recursos?
c. ¿Qué pasará si no lo logro? ¿Cómo me he preparado para manejar un Plan B y optimizar mi meta?
Si luego de haber tomado acción no logras lo que te has propuesto, practica la autocompasión. En lugar de autocastigarte, haz los ajustes que sean necesarios para emprender tu camino nuevamente y alcanzar la excelencia, no la perfección. Buscar la perfección te limita, enfocarse en la excelencia te empodera. Mantén la flexibilidad siempre.
Recuerda, para lograr cosas diferentes te invito a visualizarte diferente. Detente y conecta con tu SER INTERNO y luego desplázate valiente por este fascinante recorrido de tus resoluciones hacia un nuevo porvenir para ti. ¡Prepárate a brillar en el Nuevo Año!