Por: Moraima Oyola Pizarro
moraimaoyola@yahoo.com
Hace varios meses me encontraba brindando una conferencia para mujeres y conocí a una chica que era víctima de violencia doméstica por parte de su esposo. Guardó silencio durante mucho tiempo hasta que un día decidió buscar ayuda cambiando dolor por valor, desesperación por esperanza y tristeza por alegría.
Mientras ella estaba en el taller, sin percatarse, su esposo entró y escuchó que le estaban brindando herramientas para salir del maltrato. Allí le entregaron una cinta roja a cada mujer en representación de la cobertura que brinda la sangre de Cristo. Cuando estaba en el estacionamiento, inesperadamente, su esposo la tomó a la fuerza y la llevó hasta su auto pegándole una y otra vez sin ningún tipo de compasión. Ella gritaba y lloraba desesperadamente llena de temor y horror.
De repente recordó la cinta roja que le brindaron y casi sin fuerzas entró su mano en la cartera, sacó la cinta se la puso cerca del rostro del agresor diciéndole, «La sangre de Cristo me cubre». Allí estaba haciendo el decreto más grande que jamás había hecho. El panorama comenzó a cambiar sin aparente explicación humana pero sí explicación divina. De inmediato aparece una patrulla de la Policía y percatándose de lo que ocurría se detuvo y arrestaron al esposo.
Hoy esta mujer dedica su vida a apoyar a mujeres maltratadas reconociendo que nada ni nadie tiene el derecho de dañarnos y aunque la hoja caiga, el árbol siempre continuará de pie.
Los cementerios se nos están llenando de mujeres que no se atrevieron romper con el silencio, el momento es ahora.
Cinco pasos para despedirte del maltrato
- Reconoce que mereces algo mejor: El maltrato se adhiere tanto a nosotros que lo convertimos en un estilo de vida. Nos acostumbramos a sufrir sin percatarnos que para salir del dolor depende exclusivamente de nosotros y no de situaciones externas.
- No te veas indefensa ante un maltratante: Por lo general le damos poder al que nos hiere y vivimos sometidos a un miedo infundado por la intimidación. La próxima vez que te vayas a intimidar con un gigante, mejor examina la posición del sol pues puede que se trate solo de la sombra de un enano.
- Amplía tu círculo de aliados: No estás sola(o) en este proceso. Busca ayuda en algún Centro de Apoyo, Iglesia, Policía o algún amigo. Siempre existirá alguien que se comprometa con tu libertad.
- Recupera tu honra: El maltrato lastima nuestra autoestima causando dolor, frustración y vergüenza. Comprende que todo el que es humillado, algún día será objeto de honra.
- Cámbiate de asiento: Muchas veces nos acostumbramos a ser pasajeros cuando tenemos derecho a ser conductores. El pasajero va a donde lo lleven pero el conductor tiene el control del volante. Maneja hacia el destino de tu libertad y felicidad y baja de tu auto al que no está preparado para tener alguien especial como tú a su lado.
Cierra círculos, seca tus lágrimas y VAMOS POR MÁS…
Puedes enviarme tu historia a moraimaoyola@yahoo.com y te estaré brindando herramientas de apoyo. Recuerda, el paso que des hoy puede que les abra camino a otros mañana. CÚENTAME TU HISTORIA, PUEDE BENDECIR A ALGUIEN.