(Foto/Archivo)
Jayleen Rodríguez
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CEIBA – Los recientes casos de feminicidio que se han suscitado en la isla siendo los más notorios el de Andrea Ruiz Costas, de 35 años de edad, cuyo cuerpo fue encontrado parcialmente quemado en Cayey, y el de Keishla Rodríguez, de 27 años, cuyo cadáver fue hallado flotando en aguas de la laguna San José, en Carolina, ha aumentado las llamadas de auxilio por mujeres que viven con miedo de perder su vida a manos de su pareja.
El proyecto ESCUDO es un programa que ofrece ayuda física y emocional a las víctimas del crimen, a través de asistencia de intercesora legal, trabajo social, psicología, consejería personal y línea de orientación en los pueblos de: Ceiba, Luquillo, Fajardo, Río Grande, Vieques y Culebra.
Cualquier víctima o testigo del crimen, ya sea de robo, agresión sexual, violencia doméstica o cualquier otro evento puede participar de los servicios que brinda el Proyecto ESCUDO de manera voluntaria y gratuita.
“A las víctimas les orientamos sobre cómo puede tomar acción legal contra su agresor y les ayudamos en la redacción de motivos para solicitar esa orden de protección o presentar cargos legales. Incluso, de ser necesario, las reubicamos de su hogar para lograr salvaguardar la vida de esa víctima que de forma voluntaria acudió a nuestros servicios”, explicó la coordinadora de servicios del Proyecto ESCUDO, Ineabel Álvarez.
Además, hizo hincapié en que el servicio va desde el inicio que es la orientación, luego presentación de cargos legales hacia el agresor, hasta que la víctima esté empoderada y esté lista para retomar su vida. “Una vez nosotros creamos ese expediente trabajamos con todas sus necesidades, ya sea orientación legal, acompañamiento y ayuda psicológica y social, pero no dejamos sola/o en ningún proceso hasta que se cierre su expediente”, sostuvo Álvarez.
También, tienen recursos para casos en los que tengan que ayudar a la víctima a validar la agresión o suceso, recopilando todos los elementos necesarios para proceder legalmente.
“En el caso de víctimas de agresión sexual, no necesariamente deben tener un caso abierto de alguna querella para utilizar los servicios del Proyecto ESCUDO, sino que con las experiencias vividas nosotros trabajamos para ayudarle y orientales. A veces, las víctimas prefieren orientarse primero, empoderarse para luego poder enfrentar a su agresor”, aclaró Álvarez.
Los casos de agresión sexual no prescriben; no importa el tiempo que pase de la agresión el caso no prescribe y no existe tiempo límite para que la persona pueda hablar o tomar acción legal en contra de su agresor.
Según la coordinadora de servicios, cada vez que una víctima haya tenido una agresión sexual, lo recomendable es que vaya lo más pronto posible al hospital para que por medio del ‘rape kit’ recopilen toda la evidencia forense de lo que ocurrió para que el caso legal en contra del agresor prospere y tenga todos los elementos necesarios, mas allá de su testimonio.
Añadió que muchas veces el sistema de Justicia falla en contra de la víctima al pedir una orden de protección porque cuando redactan la petición no expresan el tipo de peligrosidad al que se están exponiendo. “Nosotros en ESCUDO les ayudamos en la redacción de ese documento, incluso cuando llegan personas que el tribunal les ha dicho que no, nosotros apelamos para que le den otra oportunidad para que la víctima tenga la oportunidad de expresarse y cerciorarse de que cumple con los elementos necesarios para que se apruebe esa orden de protección de manera acertada”, manifestó la coordinadora.
La oficina del Proyecto ESCUDO trabaja de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. y luego de esa hora o fines de semana la persona que tenga una situación debe llamar al cuartel policial más cercano y ellos hacen el referido del caso. El número de teléfono al que se pueden comunicar para orientación o solicitud de servicios es: (787)885-2180 ext. 276, 211.